La intolerancia con los débiles

Pensamiento del día





Nadie puede hacer el bien
en un espacio de su vida,
mientras hace daño en otro.

La vida es un todo indivisible”.
Gandhi





La intolerancia con los débiles


La intolerancia frente a los débiles
ha adquirido con frecuencia a lo largo de la historia
una dolorosa forma social e institucionalizada de legalidad.

Son muchas las voces que se han atrevido
a denunciar con firmeza esos atropellos de la dignidad humana.
Atropellos que llegan a veces a constituir una auténtica "cultura de la muerte"
que en todas las épocas se ha manifestado en la muerte legal de inocentes.

La historia reciente nos lo muestra con crudeza en el genocidio nazi,
en las limpiezas étnicas de tantos conflictos bélicos
o en el más sutil y solapado quitar la vida a los seres humanos
antes de su nacimiento o antes de que lleguen a la meta natural de la muerte.

Son siempre los miembros más débiles de la sociedad
quienes corren mayor riesgo frente a esta peligrosa manifestación de intolerancia.
Las víctimas suelen ser los no nacidos (aborto y manipulaciones genéticas),
los niños (comercio de órganos),
los enfermos y ancianos (eutanasia),
los pobres (abusivas imposiciones de control demográfico),
las minorías, los inmigrantes y refugiados, etc.

¿Y por qué crees que se ha impuesto este error en el mundo en tantas ocasiones?
¿De dónde le viene su atractivo?

El atractivo del error no proviene del error mismo,
sino de la verdad -grande o pequeña- que en él palpita.

Por eso, un error es tanto más peligroso cuanta más verdad encubre.
Y la modesta verdad que subyace en la cultura de la muerte
y a la que esta debe de prestado su atractivo,
es la pequeña ganancia
(deshacerse del anciano o del enfermo incómodos,
 eliminar una nueva vida que nos parece inoportuna,
mejorar la calidad de vida de los que permanecemos con vida).

Una ganancia que satisface fugaz y brevemente las pasiones humanas,
y que oscurece la inteligencia hasta incapacitarla
para percatarse del error que comete.

Curiosamente, la tolerancia ha sido muchas veces
la bandera que han tomado quienes imponían esos abusos.

Pero detrás de la defensa que hacen de los derechos y de las libertades,
 se esconde siempre un brutal atropello de los derechos y libertades más elementales.

Detrás de una máscara de tolerancia,
se esconde la más cruel y macabra muestra de intolerancia:
la de no dejar vivir al inocente.

© Alfonso Aguiló