Anécdotas de San Martín de Tours-San Martín caballero

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Anécdotas de San Martín de Tours-San Martín caballero
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Oraciones en estampa a San Martín caballero


* San Martín de Tours es el Santo Patrono de la ciudad de Buenos Aires, capital de Argentina.

Según la tradición, se cuenta que el 20 de octubre de 1580, cuando los ediles españoles debían elegir qué santo sería el patrono de Buenos Aires, pusieron en un sombrero papelitos con los nombres de varios santos.

El primero que salió fue San Martín de Tours y se decidió realizar de nuevo el sorteo porque ese santo era francés y preferían que el patrono fuese un santo español.

No se sabe por qué, el papelito volvió al sombrero. Al realizarse de nuevo el sorteo, San Martín de Tours volvió a salir dos veces consecutivas más, por lo que decidieron nombrarle como Patrono.

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EL NOMBRE DE CAPILLA

* El medio manto de San Martín (el que cortó con la espada para dárselo al pobre) fue guardado en una urna y se le construyó un pequeño santuario para guardar esa reliquia.

Como en latín para decir "medio manto" se dice "capilla", la gente decía: "Vamos a orar donde está la capilla".

Y de ahí viene el nombre de capilla, que se da a los pequeños salones que se hacen para orar.


* San Martín de Tours es uno de los santos más populares. Por ejemplo, en Francia, tiene dedicadas 3.667 iglesias que llevan su nombre. Además, 487 pueblos llevan también su nombre.


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SAN MARTIN CABALLERO

Martín de Tours recibió su educación en Pavía, Italia, y aunque se sentía inclinado por la Religión, su padre que era tribuno militar, lo hizo entrar en la guardia imperial romana a la edad de 15 años, en la que sirvió a caballo, primero en Italia y luego en Galia (hoy Francia); de allí le vino el apodo de “Caballero”.

Cuando contaba con 21 años, un frío día de invierno entra la tropa romana a la ciudad de Amiens, Francia, y Martín encuentra cerca de la puerta de la ciudad a un mendigo tiritando de frío, a quien da la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa para agradecerle su gesto, diciéndole: "Hoy me cubriste con tu manto".