Frase
“Aquellos que, por un generoso esfuerzo, se resuelven a obedecer, ganan grandes méritos, pues la obediencia entraña un sacrificio parecido al martirio.” (San Ignacio de Loyola)
Anécdota
San Juan Bosco y Santo Domingo Savio – Obedece y te basta
No le fue fácil a Don Bosco hacer comprender la auténtica vivencia de la fe a Domingo. Pese a los consejos y prohibiciones claras, en una ocasión descubrió que Domingo dormía en pleno invierno sólo con la colcha. Le preguntó:
– ¿Por qué haces esto? ¿Quieres morirte de frío?
– No. No moriré de frío. Jesús, en la cueva de Belén y en la cruz, estaba menos cubierto que yo. Desde entonces le prohibió formalmente hacer ninguna penitencia sin su permiso.
Domingo quedó triste. Don Bosco le insistió:
– La penitencia que el Señor quiere de ti es la obediencia. Obedece y te basta.
– ¿De verdad que no me permite ninguna penitencia?
– Sí. Te permito la penitencia de soportar con paciencia los insultos con que te ofendan, aceptar con resignación el calor, el frío, el viento, la lluvia, el cansancio y todas las incomodidades de la salud que Dios te mande.
– Pero esto se sufre por necesidad.
– Lo que tengas que sufrir por necesidad, ofrécelo a Dios y se convertirá en virtud y mérito.