La oración de la semilla

Pensamientos del día

“No podemos asegurar mejor nuestra felicidad
que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres”

“Denme un hombre de oración, y será capaz de todo”

“Aunque no te des cuenta de ello,
nuestro Señor nunca dejará de santificarte
si te mantienes fiel a Él”

-San Vicente de Paúl-

Tema del día:
La oración de la semilla

Resultado de imagen para La oración de la semilla
Anoche me ocurrió algo curioso. En vez de soñar, recé. Fue una oración diferente.

Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

La repetí una y otra vez, hasta que desperté. No comprendí bien su significado hasta que reflexioné en esta parábola:

“Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?" Pero él le respondió: "Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas” (Lucas 13:6-9).

Entonces lo supe: "por sus frutos los conoceréis" (Mt 7,16).

Tomé papel, un bolígrafo y escribí.

“La oración de la semilla”

He visto una semilla Señor,
que ha caído en la vereda del camino.
Tú la creaste.
¿Qué hace allí?

Espera la tierra fértil,
La lluvia del invierno
La brisa del verano.
Si no los encuentra,
¿dónde podrá germinar?

Un niño pasa cerca, pero no la ve.
El viento la mueve a su gusto,
de un lado a otro.
Debe germinar, y crecer
y dar frutos. Para eso la creaste.
Soy como esa semilla Señor.

El viento me lleva de un lado a otro
y aún no vivo, según tu voluntad.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos para ti.

Señor yo también quiero germinar y crecer.
Quisiera hacer tantas cosas y no puedo.
Reconozco mi inutilidad.
Sin ti, ¿qué puedo hacer?
Tú lo has dicho: “Sin mí no pueden nada”.

Y yo, sin ti, nada puedo.
Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

San Vicente de Paúl
Sacerdote y Fundador



Nació en Pouy, distrito de Tarbes (Mediodía-Pirineos, Francia) el año 1581, en el seno de una familia de humildes labriegos. Después de estudiar en Dax, Zaragoza y Toulouse, fue ordenado de sacerdote a los 19 años de edad. Lleno de espíritu sacerdotal, en cualquier persona que sufriera veía el rostro de su Señor. Capturado por los piratas turcos cuando navegaba de Marsella a Narbona, fue vendido como esclavo en Túnez.

Liberado y vuelto a su patria, ejerció de párroco en París, entregándose al servicio de los pobres, y, luego, de capellán en las galeras, atendiendo con solicitud a los remeros galeotes. A raíz de sus experiencias como párroco en zonas rurales, fundó la Congregación de la Misión (Padres Paúles), destinada sobre todo al servicio de los campesinos pobres y a la formación del clero. Fundó también, con la colaboración de santa Luisa de Marillac, la Compañía de las Hijas de la Caridad. Murió en París el 27 de septiembre de 1660. León XIII lo proclamó patrono de las obras de caridad.

Oración:
Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl para que entregara su vida al servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que, impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano