la paz del alma en medio de las penas de la vida.
Ellos gustan la alegría de los hijos de Dios.
Todas las penas son dulces
cuando se sufren en unión con Jesús.
Sufrir, ¡qué importa! No dura más que un momento
si lo comparamos con la eternidad”
(Santo Cura de Ars)
Libro malo
Cuenta el autor de un libro sobre el Santo Cura de Ars:
En el prólogo, tuve la mala fortuna de trazar a grandes rasgos el cuadro de su vida y de presentarle como un modelo de virtud y de santidad. Al día siguiente, por la mañana me vio en la iglesia y me hizo seña de que le siguiera: su fisonomía revelaba una aflicción y una severidad extraordinarias. Entré con él en la sacristía. Cerró la puerta, y con decisión y derramando abundantes lágrimas, me dijo: “Amigo mío, no le creía capaz de escribir un libro malo.
- ¡Oh, señor Cura!...
- ¡Es un libro malo… un libro malo...! ¿Cuánto le ha costado a usted? Quiero pagarle en seguida su valor y después iremos a quemarlo.
Estupefacto, preguntábale yo dónde estaba la maldad del libro.
- Sí, sí… ¡Es un libro malo…, es un libro malo…!
- ¡Pero, dígame, si quiere, por qué…!
- Pues bien, por esto, ya que usted se empeña: porque habla de mí como de un hombre virtuoso, como de un santo, siendo así que soy el último de los sacerdotes.
- Sin embargo, señor Cura, he mostrado el libro a hombres ilustrados; el señor obispo ha revisado las pruebas; lo ha aprobado. No puede en modo alguno ser malo.
Las lágrimas del Cura de Ars iban aumentando.
- Quite usted, me dijo, todo lo que a mí se refiere y será un buen libro.