Las cosas tienen un fin


Lo propio del Padre es crearnos, 
lo propio del Hijo es redimirnos
 y lo propio del Espíritu Santo es santificarnos.
+Mons. Rubén Oscar Frassia
La Santísima Trinidad no es el producto de razonamientos humanos; 
es el rostro con el que Dios mismo se ha revelado, 
no desde lo alto de una cátedra, sino caminando con la humanidad.
SS. Francisco


Inmensa y una Trinidad que el universo has hecho:
gobiernas nuestras vidas y existes ante el tiempo.
Ya colma tu felicidad tu trinitario gozo;
tu esencia pura y simple en Ti lo encierra todo.

Oh Padre de las gracias, Luz de tu gloria, el Hijo,
de los dos el Espíritu: amor inmenso y único.
De Ti, benigna Trinidad, procede cuanto existe:
consumas y sostienes lo que en Ti tiene origen.

Da a quienes agraciaste con tu adopción paterna
que templos a Ti gratos sus almas siempre sean.
Oh Luz divina, llévanos a darte, con los ángeles,
eternas alabanzas por un amor tan grande.
Amén
(Liturgia de las Horas)



Junio 12
Todo pasa, como el humo, como el vapor. Aunque vivas cien años, piensa en los miles de millones de años que tiene el universo y reconoce qué fugaz, qué pasajera es la vida.
Las cosas tienen un fin, y esa es una realidad, no es una ilusión o una fantasía.
Por eso hay que aprender todos los días a decir adiós cuando algo se acaba.
Un día también morirás, inevitablemente, y será más sencillo si vas aprendiendo a decir adiós.
(Mons. Víctor M. Fernández)



Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti.
Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
Por Jesucrito nuestro Señor. 
Amén