“Si queremos que el sol ilumine la estancia de nuestra alma, debemos abrirle la ventana.
Esta ventana se llama conversión”
(San Pablo VI)
¿Por qué Dios ha puesto en el hombre ese deseo tan intenso, si luego resulta que es malo?Ya hemos dicho que el deseo sexual no es malo de por sí, ni mucho menos. La lujuria -el mal uso del sexo- es una deformación de la legítima apetencia sexual humana, igual que el cáncer de hígado es una alteración del hígado, órgano que nada tiene de innoble. Confundir el deseo sexual con la lujuria sería como confundir un órgano con el tumor que lo está destruyendo.
De la misma manera que un tumor destruye un órgano cuando sus propias células tienen un desarrollo ajeno a su función natural, puede decirse que la búsqueda del placer sexual fuera de sus leyes naturales produce una alteración en la función sexual natural del hombre.
Las grandes energías (como el impulso sexual, sin el que la persona no puede madurar como tal), si se desconectan de su unidad humana originaria, pueden desplegar un gran poder de destrucción. }
La sexualidad bien vivida en el matrimonio es algo estupendo, pero fuera de sus límites naturales es algo realmente peligroso: igual que es estupendo hacer fuego un día de invierno en la chimenea, pero es peligroso encenderlo encima de la moqueta o del sofá.
(Alfonso Aguiló)
Agosto 11
No hay una sola forma de ser cristiano. Hay muchas formas de vivir la fe, y cada una tiene su propio estilo de ser santo. Entonces ya no te sientas culpable porque no eres como tal persona o como aquel ser ejemplar, no te sientas un miserable porque tu vida es diferente a la de esa persona que admiras.
El Señor espera que encuentres tu propia manera de vivir a fondo el Evangelio. No será peor que otra, solo será distinta, única, irrepetible. No rechazarás nada del Evangelio, pero lo vivirás de un modo diferente y original. Porque hay un proyecto del amor de Dios que tiene solo para ti.
(Mons. Víctor M. Fernández)
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia.
(Alfonso Aguiló)
Agosto 11
No hay una sola forma de ser cristiano. Hay muchas formas de vivir la fe, y cada una tiene su propio estilo de ser santo. Entonces ya no te sientas culpable porque no eres como tal persona o como aquel ser ejemplar, no te sientas un miserable porque tu vida es diferente a la de esa persona que admiras.
El Señor espera que encuentres tu propia manera de vivir a fondo el Evangelio. No será peor que otra, solo será distinta, única, irrepetible. No rechazarás nada del Evangelio, pero lo vivirás de un modo diferente y original. Porque hay un proyecto del amor de Dios que tiene solo para ti.
(Mons. Víctor M. Fernández)
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia.
Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.