Males: "Siendo Dios el bien supremo, de ningún modo permitiría que hubiese en sus obras mal alguno si no fuese tan omnipotente y bueno que del mal sacase bien."
Santo Tomás de Aquino
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
Octubre 25
Las más de las veces me produce gran sufrimiento tratar con los demás, excepto con aquellas personas a las que se habla de Dios y de la preciosidad del alma. Precisamente por esto amo tanto la soledad. Con mucha frecuencia me supone gran trabajo satisfacer las necesidades de la vida; es decir, comer, beber, dormir; y me someto a ellas, como si fuera un condenado, sólo porque Dios lo quiere.
Me parece que el tiempo pasa velozmente y que no tengo tiempo suficiente para orar.
Me siento muy atraído por las buenas lecturas; pero leo bastante poco, porque estoy imposibilitado por la enfermedad y también porque, abierto el libro, después de una breve lectura, me encuentro profundamente recogido, de forma que la lectura se convierte en oración.
Desde que el Señor me va concediendo estas cosas, me siento muy cambiado, como para no reconocerme en lo que yo era antes.
(1 de noviembre de 1913, al P. Benedetto
da San Marco in Lamis, Ep. I, 420)