Pero el sacerdote ¿no es un pecador?


Frase 

 “Pero el sacerdote ¿no es un pecador? ¿Cómo puede predicar la Palabra de Dios? Ha de predicar como luchador, como quien se esfuerza honradamente por practicar lo que enseña, como quien cae y se levanta y necesita de la Gracia...”(San Alberto Hurtado) 



  Anécdota 
San Francisco de Asís – Reverencia y respeto 

 En el tiempo de San Francisco, los valdenses también querían renovar la Iglesia pero a base de criticar públicamente al clero.

 En una ocasión, un valdense observó la gran reverencia que San Francisco tenía por los sacerdotes y le dijo que el párroco de aquel lugar vivía en pecado.
 - ¿Tenemos que creer en sus enseñanzas y respetar los sacramentos que celebra? - le preguntó.

 San Francisco fue al sacerdote, se arrodilló ante él y tomó sus manos diciendo: 
 - Yo no sé si estas manos están manchadas como dicen. Pero sí sé que aunque lo estuvieran, en ningún modo se pierde el poder y la efectividad de los sacramentos de Dios... Por eso beso estas manos, por respeto a lo que hacen y respeto por Aquel que les dio Su autoridad"