Frase
“Oh Jesús, me das a conocer y entender en qué consiste la grandeza del alma: no en grandes acciones, sino en un gran amor.” (Santa Faustina)
Anécdota
San Francisco de Asís – Por el amor de Dios
Un día, estando Francisco en la tienda donde solía vender telas, y enfrascado en reflexiones relativas a su comercio, se le presentó un mendigo pidiéndole limosna por el amor de Dios. Absorto en sus afanes de lucro y en las preocupaciones de su negocio, lo echí, negándole la limosna. Pero después que el pobre se fue, Francisco, movido por la gracia divina, empezó a reprocharse su falta de cortesía, diciéndose: “Si este mendigo te hubiera pedido algo en nombre de algún noble o persona importante, le hubieras dado cuanto te pedía. ¡Con mayor razón debiste hacerlo cuando te pedía algo en nombre del Rey de reyes y Señor de todos!”
A partir de este hecho, desde aquel momento se comprometió a nunca negarle nada a quien le pidiera ayuda en el nombre del Señor. Y, llamando al mendigo, le dio una abundante limosna.