“El humilde se contenta con lo que le toca: si se trata de servir, sirve; si le toca trabajar fuerte, lo hace y si le dan regalos (contemplación) con admiración y agradecimiento los recibe, aunque piensa que no le corresponden.” (Santa Teresa de Jesús)
Anécdota
San Martín de Porres – Perro mulato
En el convento del Rosario donde vivía fray Martín con otros frailes dominicos, se produjo un día un grave aprieto económico, y el prior tuvo que salir con algunos objetos preciosos para tratar de conseguir algún préstamo.
Al enterarse, corrió a alcanzarle para evitarlo. El sabía que los negros vendidos como esclavos eran bien pagados, hasta unos mil pesos.
Y recordaba que Santo Domingo se ofreció como esclavo a los moros para sustituir al hermano de una pobre viuda.
Mejor, pues, que desprenderse de objetos preciosos del convento, era otra solución:
Padre, yo pertenezco al convento. Disponga de mí y véndame como esclavo, que algo querrán pagar por este perro mulato y yo quedaré muy contento de haber podido servir para algo a mis hermanos.
Al prior se le saltaron las lágrimas:
Dios se lo pague, hermano Martín, pero el mismo Señor que lo ha traído aquí se encargará de remediarlo todo.