«Cuando venga el día del juicio
nos preguntarán no por lo que hemos leído,
sino por lo que hemos hecho;
no por lo que muy bien hemos hablado,
sino por lo que religiosamente hemos vivido»
(Tomás de Kempis)
El amante prudente no considera tanto las dádivas del amado como su amor
El amor se fatiga pero no se rinde. se le estrecha pero no revienta, se le atemoriza pero no se intranquiliza
El amor exige libertad, exige desapego de todo afecto mundano
Nada hay más que el amor. Nada hay más fuerte, más sublime, más vasto, más suave, más perfecto. No hay nada mejor que el amor