Crecer en sabiduría


“El hombre busca la felicidad, pero nada de este mundo puede dársela.
La felicidad es el fruto sobrenatural de la presencia de Dios en el alma.
Es la felicidad de los santos.
Ellos la viven en las más adversas circunstancias y nada ni nadie se la puede quitar”
(SAN FELIPE NERI)



Una cosa es tener conocimientos y otra es poseer sabiduría
Las puertas del conocimiento son la investigación y el análisis.
Una de las puertas de la sabiduría es la meditación. Quien reflexiona profundamente sobre lo que él es y sobre lo que debe ser, comienza a entrar al palacio de la sabiduría.

Quien contempla los acontecimientos conflictivos y mantiene el equilibrio mental y emocional, se está iniciando en la sabiduría.

Sabio es quien logra ser veraz, quien se gobierna a sí mismo y quien se integra con amor a sus semejantes.

La meditación de la Palabra de Dios nos lleva a saber quién es Dios, cuánto nos ama y cuál es nuestro compromiso con Él, comienzo de la sabiduría superior.


Mayo 26
El vino bueno, añejo y corpulento, se ha logrado con el paso de los años.
Eso ocurre también con las cosas realmente valiosas, en tu vida.

Por eso es tan importante no estar cambiando de actividad permanentemente.
Es mejor perseverar mucho tiempo en algunos grandes objetivos. El tiempo hará que valga la pena.

En cambio, de todo lo que empieces y abandones, rápidamente no quedará ni siquiera un buen recuerdo.
(Mons. Víctor M. Fernández)




Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén