Pide a Dios ser er una persona humilde, alegre y positiva


"El mundo retrocede en cada hombre que mata;
y estalla como primavera cada vez que dos hombres
que se creían adversarios se dan la mano"
(José Luis Martín Descalzo)

En este tiempo de Adviento, estamos invitados a contemplar a María, una niña entre muchas otras de Nazaret (...) que pudo haber dicho "no" a las misteriosas proposiciones del Ángel Gabriel, el Mensajero de Dios.
Ciertamente Dios habría respetado su libertad, porque nuestro Dios nos quiere y nos ha creado completamente libres, tanto que incluso podemos decirle que no y cerrarle las puertas de nuestro corazón.
María pudo haber dicho libremente no a la Palabra de Dios, sin embargo, respondió: "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según su palabra" (Lc 1, 38). Esta respuesta de María es una libre adhesión a la voluntad de Dios, al proyecto del Amor de Dios. No se trata de un sí de conveniencia (...)

María es consciente de que con su "sí", tomará parte en este proyecto de Amor deseado por Dios desde la eternidad. Ella entendió que ella también fue pensada por el Señor para integrar este propósito, que fue concebida y predispuesta a hacer que este proyecto se realizara.
 
María es el ícono que nos ha sido dado para acompañarnos en la espera de Navidad. Ella es el ícono de la Esperanza, del Amor y la Fe.
Contemplémosla para que nos obtenga estas tres virtudes teologales, para permitir que el Señor nazca en nosotros todos los días, libremente y en confianza.
(Padre Joseph Bavurha Bahati)

Viviré este día como si fuese el último de mi existencia
Hoy acariciaré a mis hijos mientras son niños aún; mañana se habrán ido, y yo también. 
Hoy abrazaré a mi mujer dulcemente y la besaré; mañana ya no estará, ni yo tampoco.
Hoy le prestaré ayuda al amigo necesitado; mañana ya no clamará pidiendo ayuda, ni tampoco yo podré oír su clamor.
Hoy me sacrificaré y me consagraré al trabajo; mañana no tendré nada que dar, y no habrá nada que recibir.
Viviré este día como si fuese el último de mi existencia. Y si no lo es, daré gracias a Dios.


Diciembre 5 
En realidad, las personas más sabias y felices son humildes. 
No se toman en serio a sí mismos, y por eso pueden ser sencillos y alegres.

 Eso no significa que sean superficiales. 
Tampoco significa que no les duelan las injusticias o que no les preocupan los problemas del mundo.

 Pero ellos saben que con la queja, el lamento y la seriedad no resuelven nada. Al contrario, no hacen más que agregarle negatividad a su tierra. 

Por eso es importante que, frente a Dios, decidas ser una persona humilde, alegre, positiva, y se lo pidas a él. Verás que Dios escuchará tu oración.
 (Mons. Víctor M. Fernández)
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia.

Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.