Extractos de cartas del Padre Pío- Junio 4

"Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; 
quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; 
quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace"

-San Felipe Neri












Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)


Junio 4

Mi Dios, estoy confundido y te he perdido; pero ¿te encontraré?, ¿o te habré perdido para siempre?, ¿me has condenado a vivir eternamente lejos de tu rostro?... 

 Padre mío, me voy adentrando como puedo en esta oscura prisión; es arduo avanzar en la sombría oscuridad de estas densas tinieblas, entre la tempestad y la agitación de la vejación enemiga, que aprovecha la tempestad para hacerme prevaricar y vencerme. 

 Yo busco a Dios, pero, ¿dónde encontrarlo? 
Se ha desvanecido hasta la misma idea de un Dios Señor, Dueño, Creador, Amor y Vida. 
Todo esto ha huido; y yo, ¡ay de mí!, me he perdido en la espesa oscuridad de las más tupidas tinieblas, yendo y viniendo en vano entre indefinidos recuerdos, un amor perdido y la imposibilidad de amar. 

 Oh, mi Bien, ¿dónde encontrarte?; yo te perdí; estoy abatido por la búsqueda de tus huellas, porque con gusto aceptaste la oferta plena que te hice; y tú te has tomado todo y te mantienes en tu soberana autoridad. 

Yo me abandono en ti, y espero de ti protección para todo lo mío, para el pleno abandono a la más dolorosa entrega de amor.


(4 de junio de 1918, al P. Benedetto
da San Marco in Lamis, Ep. I, 1026)