Extractos de cartas del Padre Pío- Julio 10

"Despójenme en buena hora los hombres de los bienes y de la honra, prívenme de las fuerzas e instrumentos de serviros las enfermedades; pierda yo mismo vuestra gracia pecando, que no por eso perderé la esperanza, antes la conservaré hasta el postrer suspiro de mi vida, y vanos serán los esfuerzos de todos los demonios del infierno por arrancármela.

San Claudio de la Colombiere













Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)


Julio 10

Si es voluntad de Dios añadir a los aromas espirituales los corporales, ¿no te basta esto para ser la persona más feliz en este valle de destierro?

¿Y qué otra cosa se puede desear que no sea la voluntad de Dios? ¿Qué otra cosa puede desear un alma consagrada a Él? ¿Qué otra cosa puedes desear tú que no sea que los designios de Dios se cumplan en ti? 

Valor, pues, y siempre adelante en las vías del amor divino, teniendo la certeza de que, cuanto más se va uniendo e identificando tu voluntad a la de Dios, tanto más se crece en santidad.

Tengamos siempre ante nuestros ojos que la tierra es un lugar de lucha y que la corona se recibirá en el paraíso. Que este es un lugar de prueba y el premio se recibirá allá arriba.

Que aquí estamos en el destierro y nuestra verdadera patria está en el cielo y que a esta es necesario aspirar siempre. Vivamos pues, Raffaelina, con fe viva, con esperanza firme y con el deseo ardiente del cielo, con el vivísimo deseo del mismo mientras seamos viandantes, para poder un día, cuando lo quiera Dios, habitar allí en persona.




(24 de junio de 1915, a
Raffaelina Cerase, Ep. II, 452)