-Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina.
-San Juan Pablo II.
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
Jesús te conceda escuchar cada vez más en tu corazón, al igual que a todas las almas que lo aman con sinceridad y pureza de corazón, su invitación tres veces amorosísima: «Mi yugo es suave y mi carga ligera».
Esta dulcísima invitación del divino Maestro te consuele en tu nueva prueba, o, mejor, en ese crecimiento de los favores divinos en ti.
Y se puede decir muy bien que este nuevo estado tuyo es un favor singularísimo del Señor, favor que el Señor no suele otorgar sino a aquellas almas fuertes, que su misericordia las hace más gratas a Él.
Alégrate, por tanto, también tú conmigo por tan insigne bondad de nuestro buen Dios.
¡Oh!, Raffaelina, qué dulce y estimulante es para un alma saberse, sin mérito propio, elevada por este dulcísimo Padre nuestro a tanta dignidad. ¡Oh!, abre tu corazón a este Padre, el más amoroso de todos los padres, y déjale obrar libremente. No seamos avaros con quien nos enriquece en demasía y cuya liberalidad no pone nunca fronteras, ni conoce metas, ni pone límites.