“Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú.
Sé tú el que aparta la piedra del camino”.
(Gabriela Mistral)
Mayo 14
Si a veces sufres cuando algunas personas te desprecian e intentan perjudicarte, no sientas que eres un mártir, o un pobre incomprendido. Todos a veces soportamos malos momentos por los celos o la envidia de los demás, por pensar distinto o solo por ser diferentes.
Tómalo con normalidad, acéptalo como parte de la vida y de la misión que te toque cumplir en este mundo.
Acéptalo como una ofrenda que le haces a Dios.
En todo caso, recuerda a Jesús. Él no solo fue asesinado en la cruz, sino que a lo largo de su vida soportó muchos momentos de incomprensión.
Entonces, no pretendas algo distinto para ti.
(Mons. Víctor M. Fernández)
Debemos enlazar nuestros sueños con lo que está disponible en nuestra circunstancia.
Hay que aprender a ver el lado positivo de todo lo que nos rodea. De esa manera, el éxito será posible.
Tenemos que asegurarnos que nuestros sueños y objetivos estén basados en la realidad. Aquellos basados en la fantasía son solo eso, ilusiones.
Incluso en los sueños basados en la realidad, debemos conocer nuestras capacidades y posibilidades de cumplirlos según cada situación.
¿Consideramos los obstáculos que aparecen en nuestra vida como un reto? Entonces nuestro optimismo es correcto.
Si, de lo contrario, salimos corriendo ante el primer problema, nuestro optimismo no nos llevará a ninguna parte.
Los sueños que no son practicables no se harán realidad por más positivos que seamos.