“Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú.
Sé tú el que aparta la piedra del camino”.
(Gabriela Mistral)
Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio defendiendo la inexistencia de Dios. Después de haber finalizado su discurso, desafió a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma. Un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su adicción a las bebidas alcohólicas, pero que había encontrado recientemente liberación y esperanza en Cristo Jesús aceptó la invitación y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.
El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; el hombre, continuó imperturbable pelando la naranja en silencio, al término de lo cual, se la comió.
Se volvió al conferencista y le preguntó : "¿Estaba dulce o amarga?"
"No me pregunte tonterías", respondió el orador con señales evidentes de enojo; "¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado?"
Y aquel hombre regenerado por el amor de Dios respondió entonces:
"¿Y cómo puede usted saber algo de Cristo, si nunca lo ha probado?"
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Cuando creemos que algo es imposible, que no se va a lograr, que no podemos, automáticamente estamos generando un pensamiento negativo y la consecuencia más probable es que lo que creemos, sucederá, o sea, no vamos a poder.Sin embargo, si creemos que todo es posible, que se puede lograr, que sí podemos hacerlo.
automáticamente generamos un pensamiento positivo y la consecuencia es que lo lograremos.
Vivamos entonces esta jornada con pensamientos positivos, optimismo y mucha fe
Pequeñas semillitas
Agosto 30
Algunas personas son realmente “tóxicas”. Tienen una habilidad especial para inquietarte. No se trata de odiarlos, pero no permitas que te contagien con esos pensamientos venenosos.
Dice la Palabra de Dios que hay muchos engañadores dando vueltas, y nos aconseja: Vigila atentamente y resiste todas esas pruebas (2 Tim,4-5).
Algunos dicen cosas que siembran incredulidad, egoísmo, vicio y tristeza.
Saben hablar muy bien, son personas atractivas, pero nos trastornan con lo que dicen. Por eso el Señor nos advierte: No se dejen esclavizar por nadie con el vacío de una filosofía engañosa (Col 2,8).
(Mons. Víctor M. Fernández)
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia.
Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.