Solo Dios basta


“Desea ver a Dios, teme perderlo,
y encuentra alegría en todo lo que puede llevar a Él.
Si actúas de esta manera, siempre vivirás en gran paz”.

Hoy celebramos la fiesta de Santa Teresa de Jesús, Carmelita Descalza.
 Suyo es el poema "La eficacia de la paciencia", en el que podemos leer: "Nada te turbe. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia, todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta: solo Dios basta".

La paciencia es la virtud por la cual se sabe sufrir y tolerar las adversidades con fortaleza, sin lamentarse. También significa ser capaz de esperar con serenidad lo que tarda en llegar. Sería bueno que le pidamos a Santa Teresa de Jesús en su día que nos ayude a perseverar en la paciencia.

Sé un humano pensando como el pájaro… celebrando cada amanecer con una linda canción.
Sé un humano pensando como el caballo… librando los obstáculos con clase, firmeza y determinación.
Sé un humano pensando como un perro… dando tú amor en constante muestra de cariño, lealtad y fidelidad.
Sé un humano pensando como el gato… teniendo la calma y equilibrio en cualquier dificultad.
Sé un humano pensando como la abeja… constatando que nada se construye por sí solo.
Sé un humano pensando como la hormiga… viendo que el trabajo y el éxito caminan juntos y en la misma dirección.
Sé un humano pensando como la ballena… Viendo la importancia y el poder de la solidaridad.
Sé un humano teniendo la pureza y la sencillez de los animales… ¡y la paz mundial dejará de ser un sueño y se convertirá en una realidad!

Octubre 15
Nunca digas que es imposible cambiar o mejorar. ¿Cómo puede ser tu debilidad más fuerte que Dios?
Mejor haz un acto de fe y dile al Señor lo que él merece: “¡Tú puedes Señor! Realmente tienes poder y amor para elevarme más allá de mí mismo. Tú puedes hacer brotar la vida en medio de la arena de mi desierto. Tú puedes Señor, no sé cómo ni cuándo, pero tú puedes hacerme saltar a otra dimensión para que te adore con toda mi alma”.
(Mons. Víctor M. Fernández)


Señor, Dios nuestro, que por tu Espíritu has suscitado a santa Teresa de Jesús, para mostrar a tu Iglesia el camino de la perfección, concédenos vivir de su doctrina y enciende en nosotros el deseo de la verdadera santidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.