Es por Tu Amor Señor

Todos los males que nos agobian en la tierra
vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal.
-San Juan María Vianney

Es por Tu Amor Señor, que no me rendiré
Y aunque quebrado estoy, me sostendrá la fe
Es por Tu Amor Señor, que llegaré hasta Ti
Y pediré perdón por todo lo que fui

Es por Tu Amor Señor, que no veré hacia atrás
Solo confiaré en Ti, Tu voz me guiará
Es por Tu Amor Jesús que cambiaré mi mal
Tu Bien obrará en mi otro milagro más.

Es por Tu Amor Señor, que aún canto para TI
No por lo bueno que soy porque te conocí
Es por Tu Amor Señor, que sabré amar mi cruz
Tu gracia bastará me alumbrará tu luz

Es por Tu Amor Señor, que pequeño me haré
Para llegar allí, a lavarte los pies
Es por Tu Amor Señor, que llegaré al final
cantando a viva voz que nadie me amó igual.

Es por Tu Amor Señor, que no me rendiré…
Y aunque cansado estoy, te esperaré

Noviembre 27
Cuando escapas del silencio, de la soledad y de la oración, en realidad estás escapando de ti mismo, de tu vacío, de tu superficialidad, de tus ruidos, de tus inquietudes. A los demás podrás presentarles una máscara, pero sabes que dentro de ti hay mucha porquería, inseguridad y falsedad.

Por eso te espanta el silencio, por eso te da temor la soledad prolongada. Pero no dejes que eso te aleje del encuentro con el fuego de Dios.

No te des tanta importancia a ti mismo y a tu miseria. Aguanta la soledad, no escapes, persiste en el silencio sin pretender llenarlo con palabras, y Dios hará su obra.

A veces lo hará dolorosamente, como un cirujano; otras veces lo hará cálidamente, como el abrazo de una madre buena. Pero siempre te dará lo que realmente necesitas.
(Mons. Víctor M. Fernández)


Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti

Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.